El domingo a la tarde me senté frente a la TV para ver mi programa favorito. Sí, un partido del campeonato argentino de fútbol. En esta ocasión Colón de Santa Fe vs. Vélez Sarsfield. Presté suma atención a las imágenes previas, esas que muestran a las hinchadas, los puestos de choripan, los accesos al estadio, etc. Muchos de mis amigos se encontraban allí, siguiendo al equipo “fortinero” a pesar de la distancia.
Al cabo del primer tiempo me sentía muy triste por la parcial derrota de 2 a 0 que estaba sufriendo el club de mi barrio de crianza, a pesar de ser hincha de Boca. Así pues, en el entretiempo mi pequeño hijo me pidió ver dibujitos, a lo que accedí de inmediato, sintonizando el canal de su preferencia. Acto seguido me fui a juntar aceitunas, trepando a los olivos que habitan el fondo de mi finca. Para hacer esto, tomé una canasta de mimbre y puse la radio en el patio, sintonizada en Continental, la cual por medio del gran periodista “Turco” Webe, relataba el encuentro de mi interés.
Subido al olivo más alto, me vino a la memoria una tarde del otoño/invierno del año 93, cuando, juntando aceitunas en el mismo sitio, escuché el partido Ñuls de Rosario vs Vélez Sarsfield en el Parque Independencia de Rosario. En ese partido Vélez venía primero, había perdido la fecha anterior con River, por lo cual era importantísimo reafirmar sus aspiraciones de campeón con una vuelta al triunfo. Realmente sentía en ese momento, que si Vélez ganaba, era un genuino favorito a alzarse con el campeonato. Aquel partido lo ganó 1 a 0 y se encaminó para lograr el campeonato que abrió la puerta para los postreros triunfos internacionales. Eran tiempos de Bianchi y sus proezas.
Subido al árbol reflexioné sobre esto, por lo cual decidí, a pesar que el turco Webe anunciaba el comienzo del 2do tiempo, no bajar del mismo y continuar con la recolección de aceitunas. Al minuto escuché el grito sutil del relator anunciando el gol de Vélez, por lo cual me dije ¡hoy no pierde!, y mis pies se afirmaron con más fuerza a las ramas del olivo. Luego vino un 2do. grito ya más prolongado y eufórico; una sensación de gozo se apoderó de mi persona.
Al cabo del primer tiempo me sentía muy triste por la parcial derrota de 2 a 0 que estaba sufriendo el club de mi barrio de crianza, a pesar de ser hincha de Boca. Así pues, en el entretiempo mi pequeño hijo me pidió ver dibujitos, a lo que accedí de inmediato, sintonizando el canal de su preferencia. Acto seguido me fui a juntar aceitunas, trepando a los olivos que habitan el fondo de mi finca. Para hacer esto, tomé una canasta de mimbre y puse la radio en el patio, sintonizada en Continental, la cual por medio del gran periodista “Turco” Webe, relataba el encuentro de mi interés.
Subido al olivo más alto, me vino a la memoria una tarde del otoño/invierno del año 93, cuando, juntando aceitunas en el mismo sitio, escuché el partido Ñuls de Rosario vs Vélez Sarsfield en el Parque Independencia de Rosario. En ese partido Vélez venía primero, había perdido la fecha anterior con River, por lo cual era importantísimo reafirmar sus aspiraciones de campeón con una vuelta al triunfo. Realmente sentía en ese momento, que si Vélez ganaba, era un genuino favorito a alzarse con el campeonato. Aquel partido lo ganó 1 a 0 y se encaminó para lograr el campeonato que abrió la puerta para los postreros triunfos internacionales. Eran tiempos de Bianchi y sus proezas.
Subido al árbol reflexioné sobre esto, por lo cual decidí, a pesar que el turco Webe anunciaba el comienzo del 2do tiempo, no bajar del mismo y continuar con la recolección de aceitunas. Al minuto escuché el grito sutil del relator anunciando el gol de Vélez, por lo cual me dije ¡hoy no pierde!, y mis pies se afirmaron con más fuerza a las ramas del olivo. Luego vino un 2do. grito ya más prolongado y eufórico; una sensación de gozo se apoderó de mi persona.
¿Qué decir cuando llegó el tercer gol del burrito Martínez? El júbilo se apropió de mi espíritu. Con la cuarta conquista volvió la mesura, la euforia se atenuó, ya que sentí la tranquilidad de saber que el partido estaba ganado.
Concluido el cotejo bajé del árbol con la canasta llena de aceitunas y esperanzas; le dije gracias por la suerte que sentí que otorgó. Luego fui a ver a mi hijo Camilo, el cual seguía viendo dibujitos vestido con su camisetita de Boca Nº 7 de Guillermo; pensé, yo también tenía la 7 pero la de “Mané” Ponce. Me preguntó,. - ¿Cómo salio Boca?. Le mentí a medias, ya que dije ... juega el jueves.
Este semestre soy hincha de Boca en la copa y Vélez en el campeonato.
Concluido el cotejo bajé del árbol con la canasta llena de aceitunas y esperanzas; le dije gracias por la suerte que sentí que otorgó. Luego fui a ver a mi hijo Camilo, el cual seguía viendo dibujitos vestido con su camisetita de Boca Nº 7 de Guillermo; pensé, yo también tenía la 7 pero la de “Mané” Ponce. Me preguntó,. - ¿Cómo salio Boca?. Le mentí a medias, ya que dije ... juega el jueves.
Este semestre soy hincha de Boca en la copa y Vélez en el campeonato.