¿Vos sos Pappo?

Una madrugada lluviosa del noventa y pico, retornaba con algunos amigos en mi coche por Juan B Justo desde Palermo hacia la provincia, cuando al llegar a la calle Víctor Hugo, nos encontramos con un accidente recién ocurrido, en el cual estaban involucrados por lo menos tres autos. Un Fiat 147 estaba muy dañado con sus ocupantes, creo que graves y muy magullados. Paré el coche y bajamos a socorrer a los siniestrados, sin demora llamamos a Emergencias desde algún celular; como yo conozco el barrio, dije que me corría hasta el Hospital para apurar las ambulancias. Así que enseguida estaba en la guardia del Hospitalito Vélez Sarsfield, al tiempo que partían dos ambulancias hacia el sitio del accidente.
Cuando regresé al lugar del suceso, solo 5 minutos después, ya habían varios patrulleros y las ambulancias mencionadas, exhibiendo sus luminosas y estruendosas sirenas. Mis amigos y yo ayudamos en lo que pudimos, pero luego los funcionarios de la ley nos dijeron que nos hagamos a un costado. Me apoyé contra mi auto a la espera de colaborar si me lo requerían; en eso, observé que estacionó una coupe chevy oscura sobre la misma avenida pero en sentido contrario, es decir en la mano que va a Villa Crespo. Del coche ví bajar a un hombre sólo, solísimo, que se dirigió hacia mí, llevaba pantalón vaquero y una campera de cuero que lo protegía de la suave llovizna.
Al cabo de unos pocos instantes de mirar con detenimiento los coches siniestrados, el desconocido me preguntó “¿Qué pasó?”. Yo le comenté que no ví el choque ya que llegué inmediatamente después, le sugerí que dejara de fumar porque había nafta desparramada en el lugar. El tipo asintió, pisó el faso con el pie y siguió mirando como si fuera un perito accidentólogo. Ahí me percaté de quien era, entonces me dirigí a él diciendo: “Perdón, ¿Vos sos Pappo?” Como toda respuesta el tipo me miró fijo y no dijo nada, continuo inspeccionando los autos chocados. Luego dirigiéndose a mí, dijo algo así como “Que garrón, loco, que garrón”. Entonces le comenté medio a modo de consulta “¿Vos también hace poco tuviste un accidente grosso?”. Ahí sí me miró casi con fastidio, esperó unos segundos se descontracturó y relató lo siguiente:
“Sí, una madrugada en Córdoba estaba hecho mierda tirado en el pasto boca arriba mirando las estrellas, con la cupe Fuego hecha mierda a mi lado; vino un tipo, un boludo, me vió hecho mierda, y me dijo ¿Vos sos Pappo?, le contesté si no llamás urgente a una ambulancia ¡ERA PAPPO!!!!”