Hoy cumpliría años Alberto Olmedo.
Su labor televisiva tuvo un reconocimiento postrero.
Digo esto porque la gente lo consumió masivamente en sus últimos años de actuación en televisión. Después de muerto fue destacado, homenajeado por medios de cultura que antes lo denostaban, ignoraban, vilipendiaban, denigraban.
Yo disfruté intensamente de su talento durante los años 81 a 84 cuando por canal Once salía al aire “No toca botón”, si no recuerdo mal, primero los lunes y luego los miércoles por la noche con las actuaciones de Moria Casan, Ethel Rojo, Cesar Bertrand, Javier Portales, Humberto Ortiz, María Rosa Fugazot, Horacio O´Connor, etc. Las mediciones eran modestas. Los programas cómicos de gran encendido, en esos tiempos, eran los de Gerardo Sofovich, “Polémica en el bar” y “Operación Ja Ja”.
Luego su éxito fue creciendo, y en la misma proporción me fui alejando de su labor, a medida que mi adolescencia se iba evaporando.
Su gran personaje para chicos “Piluso” no pude valorarlo en la dimensión que mis amigos lo recuerdan. Para mí prácticamente pasó desapercibido. Debe ser que pocas veces respetaba el llamado a tomar la merienda.
Sus películas fueron desastrosas. Estaban plagadas de puteadas fáciles, chicas escasas de ropas, mayordomos homosexuales. Los libros eran malísimos, las historias carecían de sentido, las actuaciones horribles, los doblajes insufribles, en fin… eran unas rascadas.
La excepción para mí, fue sin duda, el film que protagonizó junto a Susana Giménez “Mi novia, él” con guión de Oscar Viale. Recordemos que para esos años fue una audacia, a tal punto que la censura procedió a cambiar el título que originalmente era “Mi novia el travesti”.
Con los años me enteré según contó el propio Osvaldo Soriano en una entrevista, que Alberto Olmedo en el desopilante sketch de Borges y Alvarez en el cual junto a Portales esperaban al director de una editorial, al salir un muchacha, el Negro se puso de pie y le dijo: “A sus plantas rendido un león”. Entonces Portales dijo: “Creo que eso lo escuché en algún lado”, y Olmedo le contestó: “¿Pero cómo? ¿Usted no lee?”. Y ahí empezó a contarle la novela escrita por “el Gordo”.
Luego trascendió que Alberto Olmedo quiso producir un film basado en "A sus plantas rendido un León", y Soriano se sintió feliz, ya que lo admiraba, pero no pudo ser, puesto que Olmedo murió y según el escritor "con él desapareció una forma de hacer comicidad".
Me quedó atragantada la idea de ver al cónsul Bertoldi personificado por el Negro. Pensándolo bien, quizá lo mejor es que no haya pasado de un proyecto, no quiero saber lo que hubiera sido, si lo dirigía Hugo Sofovich y lo actuaban los “secuaces” del rosarino.
Al fin y al cabo Alberto Olmedo fue un actor cómico de TV que me divirtió mucho, a su vez, no voy a olvidar los comentarios que nos intercambiábamos los días posteriores a la emisión de su programa, con mi amigo y compañero de banco en el colegio secundario Ezequiel, mientras canturreabamos la cortina musical del programa:
Su labor televisiva tuvo un reconocimiento postrero.
Digo esto porque la gente lo consumió masivamente en sus últimos años de actuación en televisión. Después de muerto fue destacado, homenajeado por medios de cultura que antes lo denostaban, ignoraban, vilipendiaban, denigraban.
Yo disfruté intensamente de su talento durante los años 81 a 84 cuando por canal Once salía al aire “No toca botón”, si no recuerdo mal, primero los lunes y luego los miércoles por la noche con las actuaciones de Moria Casan, Ethel Rojo, Cesar Bertrand, Javier Portales, Humberto Ortiz, María Rosa Fugazot, Horacio O´Connor, etc. Las mediciones eran modestas. Los programas cómicos de gran encendido, en esos tiempos, eran los de Gerardo Sofovich, “Polémica en el bar” y “Operación Ja Ja”.
Luego su éxito fue creciendo, y en la misma proporción me fui alejando de su labor, a medida que mi adolescencia se iba evaporando.
Su gran personaje para chicos “Piluso” no pude valorarlo en la dimensión que mis amigos lo recuerdan. Para mí prácticamente pasó desapercibido. Debe ser que pocas veces respetaba el llamado a tomar la merienda.
Sus películas fueron desastrosas. Estaban plagadas de puteadas fáciles, chicas escasas de ropas, mayordomos homosexuales. Los libros eran malísimos, las historias carecían de sentido, las actuaciones horribles, los doblajes insufribles, en fin… eran unas rascadas.
La excepción para mí, fue sin duda, el film que protagonizó junto a Susana Giménez “Mi novia, él” con guión de Oscar Viale. Recordemos que para esos años fue una audacia, a tal punto que la censura procedió a cambiar el título que originalmente era “Mi novia el travesti”.
Con los años me enteré según contó el propio Osvaldo Soriano en una entrevista, que Alberto Olmedo en el desopilante sketch de Borges y Alvarez en el cual junto a Portales esperaban al director de una editorial, al salir un muchacha, el Negro se puso de pie y le dijo: “A sus plantas rendido un león”. Entonces Portales dijo: “Creo que eso lo escuché en algún lado”, y Olmedo le contestó: “¿Pero cómo? ¿Usted no lee?”. Y ahí empezó a contarle la novela escrita por “el Gordo”.
Luego trascendió que Alberto Olmedo quiso producir un film basado en "A sus plantas rendido un León", y Soriano se sintió feliz, ya que lo admiraba, pero no pudo ser, puesto que Olmedo murió y según el escritor "con él desapareció una forma de hacer comicidad".
Me quedó atragantada la idea de ver al cónsul Bertoldi personificado por el Negro. Pensándolo bien, quizá lo mejor es que no haya pasado de un proyecto, no quiero saber lo que hubiera sido, si lo dirigía Hugo Sofovich y lo actuaban los “secuaces” del rosarino.
Al fin y al cabo Alberto Olmedo fue un actor cómico de TV que me divirtió mucho, a su vez, no voy a olvidar los comentarios que nos intercambiábamos los días posteriores a la emisión de su programa, con mi amigo y compañero de banco en el colegio secundario Ezequiel, mientras canturreabamos la cortina musical del programa:
A LA VENUS DEL MILO, DAMOS UN CHAMPÁN
Noé probó el vino, se emborrachó
y el agua del destino, aborreció
llegó a buen camino y deseó
un chaparrón de vino, de agua no.
NO SOMOS COCODRILOS, SEÑOR CAIMÁN
A LA VENUS DEL MILO, DAMOS UN CHAMPÁN
Romeo enamorado subió al balcón
como estaba mojado dio un resbalón
Julieta le decía "a este chichón...
...lo cura la sangría de mi porrón".
NO SOMOS COCODRILOS, SEÑOR CAIMÁN
A LA VENUS DEL MILO, DAMOS UN CHAMPÁN
Don Juan era valiente y seductor
a Inés le dijo ardiente "mi ángel mi amor"
bebamos aguardiente, no halles temor
ahora que está ausente el gobernador!!!
NO SOMOS COCODRILOS, SEÑOR CAIMÁN
A LA VENUS DEL MILO, DAMOS UN CHAMPÁN"
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El tema de piluso por Fito.
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Cortina musical más conocida de "No toca botón" llamada "Attention, mesdames et messieurs" (Atencion, señoras y señores), lo canta Michel Fugain.-
2 comentarios:
Recuerdo el inmenso vacío que quedó después de la muerte del "Negro". Para colmo, unos meses antes había muerto Luca Prodan.
Hacían patéticos programas con lo que quedaba de su elenco y eran lamentables porque no hacían reir a nadie.
Con el "Negro" Olmedo desapareció una buena parte de la comicidad de los argentinos.
Saludos Tano!
Mas vale tarde que nunca! hermoso tu blog ....el Negrito se fue y nadie lo reemplazara JAMAS...Los programas que hicieron con lo que quedo del elenco no hacian reir a nadie porque YA no nos podiamos reir de nada sin El
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