Cataratas Argentinas

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"La patria, es mi infancia"
Lo que sucede a diario, relatos de lo cotidiano, de lo fantastico. Los anhelos, los recuerdos, lo que vemos, escuchamos, tocamos, degustamos, olfateamos.
La vida, el amor, la musica, los colores.

El llanto, la risa, los estímulos, las criticas.
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martes, 20 de octubre de 2009

¡Es un crimen perfecto! (Capitulo Tres)


Un cuento, gestado bajo la agradable inspiración brindada por mis amigos Pablo R. y Fernando G. junto a sus respectivas parejas de entonces. Vaya también extensivo el reconocimiento a Alfredo “el director ingles” y a Mar del Plata, la ciudad en que siempre quise y aún anhelo vivir, la que transite tantas veces junto a la grata compañía de mi papá.¡Es un crimen perfecto!

¡Es un crimen perfecto!

Capitulo III

La semana avanzó, con la espesura que significa vivir una situación tensa, como la que afrontaban los esposos pensando en sus vecinos. El sábado por la tarde, luego que Pablo había regresado del trabajo y despertado de una pequeña, pero reparadora siesta, sonó el timbre. Georgina pregunto por el portero eléctrico - ¿Quién es?
- Soy Diana. ¿Puedo subir?
Efectivamente la voz de Diana se escucho a través del audífono. Lo cual dejó a Georgina petrificada. Entonces Pablo agarró el aparato y oprimió el botón que hace sonar la chicharra, para que abra la puerta del hall de entrada al edificio, e indicó a Diana que suba.
Diana subió presurosamente, en menos de un minuto ambas amigas se daban un beso en la mejilla. Luego de sacarse el abrigo, Diana se sentó en el sillón del luminoso living junto a sus amigos, que la contemplaban atónitos.
- Me imagino que se sentirán un poco sorprendidos porque me fui sin despedirme de ustedes.
-Un poco sorprendida se sentía Georgina. Yo admito que estaba intrigado, ya que hable con Fer, pero él no te cuenta todo. ¿Qué ocurrió?
- Como sospecharían las cosas entre Fernando y yo no marchaban del todo bien.
- Pablo a veces conversaba con Fer pero …
- Sucede que la semana pasada discutimos un poco fuerte, justo cuando habíamos organizado todo, para mudarnos a Mendoza, ya que Fernando tenía acordado incorporarse al personal de una bodega, pero a último momento le dije que no iba debido a que me quería separar. El se puso muy mal; yo me fui en micro a Buenos Aires; varias veces llamé a Georgina por teléfono, creo que el jueves pasado, antes de partir, pero no la ubiqué; después desde la Capital la quise llamar, pero fue imposible comunicarme, dado que hacer una llamada de larga distancia con éxito, es una utopía, los teléfonos andan muy mal. Hasta que no cambie ENTEL, esto de los teléfonos, no se va a solucionar; en fin, pero acá estoy feliz de ver a mis grandes amigos.
- Pero … y todo lo que Fernando le contó a Pablo.
- Fernando a pesar de ser grandote y fortachón es muy vergonzoso, así que en vez de ir solo a Mendoza, aceptó un puesto en el Chaco, en la textil de un primo de él, que hace mucho le insistía que vaya a trabajar allí. Inclusive le dieron una camioneta 0 km para que supervise las distintas fábricas que tienen en Chaco y Corrientes.
- Por eso vendió el coche presurosamente. – Comento Pablo.
- Seguro, si hablaste en estos últimos días con él, habrás notado que estaba un poco cambiado; no te dijo toda la verdad. Es la vergüenza que lo hace inventar cosas, para que no sospecharan que nos habíamos peleado. Yo ya lo conozco, es así, dice cualquier cosa con tal de que no se sepa que hemos reñido. Yo lo quiero igual. Así que hoy a la noche tomo un micro para encontrarme con él, en el Chaco; allí sí que seguro, los vamos a invitar a pasar unos días. Fernando los quiere mucho, especialmente a vos Georgina, porque sabe que siempre te preocupaste por nosotros desde que nos afincamos en Mar del Plata.
Siguieron charlando animadamente hasta que llegó la noche, en que Diana se despidió; a continuación se dirigió a abordar el autobús, que la llevaría a reencontrarse con Fernando.
.
Continúa en próxima entrada...

11 comentarios:

antonia obiol y corcoll dijo...

Pero yo quiero un buen crimen... donde esta????
Esperare el proximo envio de esta novelita coleccionable

Expectantes besos

Silvio dijo...

Antonia
Grandes crímenes encontramos todos los días a nuestro alrededor.
Desde el hijo que interna a sus padres en un geriátrico, hasta el sitio donde los Estados ordenan depositar la basura que arrojan las grandes urbes.

Espero no te defraude el epilogo del cuentito.

antonia obiol y corcoll dijo...

Pero eso que tu llamas crimen yo lo llamo "tonta lesa humanidad"...
Me gusto el paseo de tu historia...

Me faltaron los besos

Silvio dijo...

Perdón carisssima Antonia.
Me encantó que los pidieras.
Así que ahí van... muchos Besos llenos de enigmas y misterios.

Marcelo Dance dijo...

Tano:
Al leer la tercera parte de esta entretenida novela, me surgen un par de preguntas:
Dónde se pasaba el día Georgina que Diana no la podía ubicar? Siendo una simple ama de casa resultan sospechosas sus ausencias.
Porqué Fernando prefirió Chaco en lugar de Mendoza? Que le pasa a “Musculito”? Es boludo o se hace?
Para mi que Diana tenía algún fato. De otra manera no se explica porque apareció excusándose frente a la pareja, dando infinidad de detalles de su pelea con Fernando, menos el motivo de su solicitud de separación.
Y por último, el servicio de Entel, mejoró con la privatización?
Saludos llenos de intrigas…
Chu, chu, uaaaa! Chu, chu, uaaaa!

La negra Renata dijo...

Uyyy che, y un resumen, así no me trago todas las historias y lo resumimos? daaale, así lo leo de una! Puede ser?

La negra Renata dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Silvio dijo...

Yo no suprimi ningún comentario. Por lo general no prohibo nada, si no estoy de acuerdo con algún comentario trato de explicar el motivo de mi discrepancia.

Saludos al que lo suprimió.

Silvio dijo...

Mirá renata si queres un resumen te lo hago ya.
Un matrimonio mayor vivia en Mar del Plata, los vecinos se mudaron y luego de unos desencuentros se saludaron.
Ahí tenes un resumen.

La negra Renata dijo...

Uhh, loco. Fue con la mejor wave, no para que te calentaras así, ni me cortaras los pelos. No hacía falta suprimir el comment.

Silvio dijo...

Renata.

Yo no te suprimí ningún comentario y menos te cortaría el pelo ya que yo lo sufrí bastante en mi adolescencia durante la época de dictadura.

Saludos