¿Quien es Tom Waits?

En estos días muchos conocidos me hicieron esta pregunta.

Esta madrugada encontré algunas respuestas a la cuestión.

Es el sarcasmo que alivia la melancolía.
Es el eslabón perdido entre Keroak, Bertolt Bretch y Joe Ramone.
Es el hombre lobo aullando en noches de luna llena.
Es el tipo que por haber dejado de fumar, puede fumarse un pucho cuando quiera.
Es el que llena de belleza el volcán y el desastre cotidiano.
Es la autodestrucción y la necesidad de vivir.
Es el que saca su voz de la garganta, a chorros.
Es un estado de ánimo.
Es el admirador de Marcel Marceau.
Es el último tren de la ciudad.
Es la oruga, pero también la mariposa.
Es el que dijo que los que tendrían que gobernar al mundo están ocupados cortando cabellos o conduciendo autos de alquiler.
Es el que canta a los perros mojados, bebedores de whisky, chicas que solo son inocentes cuando sueñan.
Es el que coescribió con Burroughs alguna obra maravillosa.
Es su viejo sombrero y sus gastadas botas.
Es las entrañas de la soledad y el desamparo.
Es un hechicero de la bohemia.
Es la chica de Jersey.
Es el fabulador de personajes insólitos.
Es el sonido que ha hecho llevadera mil madrugadas.
Es el que todavía no hizo una canción mala.
Es el corazón del sábado a la noche.
Es el que hizo las canciones que eligió Scarlett Johansson.
Es el que desciende hasta parajes sombríos, perturbados y podridos.
Es una canción, un cenicero, un piano y una botella.
Es pedazos de cosas.
Es un personaje infrecuente e irrepetible.
Es el delirio y el analgésico del perdedor.
Es el cronista de la penumbra y los bajos fondos.
Es el tipo inquieto que nos muestra que hay belleza entre la vulgaridad y la desesperación.
Es el que hace convivir la poesía, la fuerza, el reposo y el humor sobre un escenario.
Es el pianista de las madrugadas destempladas.
Es el que nos cuenta sobre asesinatos, corrupción, suicidios y redención.
Es el esposo de Kathleen y también es padre de familia.
Es el que puede mostrarte lo que ya sabes y hacer que creas nuevamente en ello.
Es el auyador nocturno que apenas se ve entre el humo o la bruma.
Es el artista que se muere entre espasmos, se contorsiona, gesticula y levanta polvo con sus zapatos cuando impactan en los pisos de tablas.
Es un pasaje en autobús rumbo a cualquier parte.
Es un creador de ruido organizado.
Es un poeta de taberna.
Es la necesidad de irse y de quedarse.
Es el artista insondable, poeta de mendigos, antihéroe, filósofo ingenuo, paranoico y charlatán de feria.
Es el que me hizo sentir que tenía el hígado dañado y el corazón roto.
Es el que te lleva por callejones estrechos a tugurios deprimentes, salones traseros, bares destartalados cuevas urbanas subterráneas y hoteles baratos.
Es el telonero más abucheado de Frank Zappa.
Es un músico que fue admirado por Frank Zappa.
Es el que hace tiempo se le terminó la época de tugurios nocturnos, resacas cotidianas, almas borrachas de bourbon, pero en sus discos y espectáculos aún se huele a tabaco, vómitos y perfumes baratos.
Es el que discute sobre lo divino y lo humano frente a una taza de café y un cenicero humeante lleno de colillas.
Es el tipo que no estrena zapatos.