La TV y el fútbol

La AFA rescindió unilateralmente el contrato que reglamentaba la transmisión de los partidos por televisión.

Mi opinión es concreta y contundente. ¡Está bien!

Lo que viene ahora, no creo que pueda ser peor... Aunque reflexionando un poco, en Argentina puede pasar cualquier cosa; como que el que rompa el tratado sea el mismo tipo que celebró y escondió, ya que lo oculto a la gente en general y hasta los dirigentes de los clubes en particular, el vínculo monopólico, abusivo, injusto, casi perpetuo, durante más de 3 lustros, el mismo no es más que el inefable “Don” Julio Humberto Grondona.

Celebro ésta situación por varios motivos.
Se le pego un golpe a la corrupción. No importa que sea entre privados.
Se confía que a partir de ahora se sabrá con la debida antelación la conformación de los partidos del fin semana, ya que antes se decidía la estructura de la fecha 48 horas antes del comienzo de la misma.
Se terminó con un monopolio, que por más de 15 años confeccionó negocios enfrentados con la decencia y la ética.
Se espera que los equipos no tengan que vender prematuramente a sus incipientes cracks, para hacerse de unos pesos, así poder subsistir como club.
Quizá a partir de ahora se prescindirá de los comentarios inocuos de Macaya Marquez. Una trouppe de periodistas bufosos, que no paran de emitir gritos y hacer groserías deberán prepararse para competir con colegas, que también, al fin, podrán participar del negocio.
Se sospecha que se terminaran los entretiempos de 25 minutos o más, que se tornaban insoportablemente largos, debido a que la TV pasaba más tandas de publicidad a las permitidas.
Esperamos no se secuestren los goles hasta las 24 hs del domingo como se hizo tiranamente hasta la actualidad; a menudo ni los repetían en el entretiempo.
Estaría bueno que los que no pueden pagar codificados, no sean menoscabados o tratado como ciudadanos de segunda, al ser condenados a ver las tribunas, mientras se escuchaban los relatos. Por favor esto si que era un horror.

Por fín, opino que si el gobierno se hace cargo del negocio, no debería ser un gasto, sino pues, un beneficio para el Estado y para la gente al fin. Probablemente un arbitrio transitorio, para ir definitivamente a una solución honorable, digna y decente del negocio; de modo tal de no confundirlo con negociado, como ocurrió hasta estos días.